martes, 26 de agosto de 2014

ILUMINACIÓN Y CREACIÓN

El proceso de creación de la materia y de la vida espiritual en el comienzo del universo es uno de los más grandes misterios. La comprensión de sus principios básicos es importante para entender cómo funciona la iluminación, ya que la iluminación es la reabsorción vuelta al uno, el origen divino de la creación. 


Un antiguo texto taoísta sabiamente establece que aquellos que desean alcanzar la iluminación tienen que buscar el lugar de donde originalmente vino la creación:

Quien busca la vida eterna debe buscar el lugar donde originalmente surgió la naturaleza humana y la vida.



De dónde venimos y por qué estamos aquí son preguntas fundamentales que yacen en el corazón de cada búsqueda de la verdad espiritual.

A lo largo de las antiguas enseñanzas espirituales y culturas encontramos historias de la creación, que si las miramos de cerca comparten similitudes notables. La creación dio origen a nuestro universo, que nos dio a luz a nosotros, y que está en constante creación de vida a nuestro alrededor. Nosotros también somos creadores, al traer hijos al mundo. Pero también tenemos el potencial de ser creadores espirituales.

El proceso de creación espiritual (en la iluminación) a nivel individual es una réplica de aquello, a nivel universal, ya que los principios fundamentales son los mismos.   

En realidad, los principios de la espiritualidad y el propósito de la vida están escritos en la trama misma de la vida y la creación.

Los místicos a través del tiempo y el mundo han sabido de la relación entre el macrocosmos y el microcosmos, y simbolizado en los textos sagrados y templos en muchas culturas diferentes.

Aquí es donde la famosa máxima de la sabiduría viene de "Como es arriba, es abajo".
"El hombre toma su ley de la Tierra; la Tierra toma su ley del Cielo; el Cielo toma su ley del Tao, pero la ley del Tao es su propia espontaneidad."
~ El Tao Te Ching


miércoles, 20 de agosto de 2014

CONCIENCIA PROGRAMADA

La compresión de nosotros mismos, comienza con la compresión de nuestra conciencia. Pero somos conscientes de como se ha estructurado nuestra propia conciencia?

Una analogía útil para la comprensión de la conciencia es considerar al ser humano como un ordenador muy avanzado.

Para que un ordenador sepa qué hacer, el software tiene que ser instalado en el disco duro. La computadora escucha fielmente y lleva a cabo las funciones que el software le indica que debe hacer sin ponerlo en duda, incluso si el software es a veces un poco defectuoso.

Ahora imagine, por un segundo, que nuestra conciencia es algo así como un disco duro de un ordenador, y todas nuestras creencias, hábitos y reacciones son como el software... 

Durante nuestro tiempo de vida (comenzando muy temprano en la infancia) nosotros acumulamos montones de software:
Programándonos a actuar y a pensar de cierta manera, como es definido por la cultura en la que crecemos, nuestros padres, nuestros amigos, los medios de comunicación, etc.
Tomamos automáticamente este acondicionamiento. Nosotros no pedimos ser programados.

Al igual que el propio disco duro del ordenador no tiene voz en los programas que el usuario pone en él, nosotros no elegimos cuáles habrían de ser arrojados sobre nosotros. 

miércoles, 13 de agosto de 2014

EL PODER DE LA PALABRA / BIEN DECIR

Somos responsables de lo que decimos. Cada palabra tiene una vibración específica y va a asociada a un sentimiento y pensamientos determinados.

Sabemos que los pensamientos son energía y que atraen a su igual. También que nuestra mente está pensando todo el tiempo, eso es lo que hace, así como los riñones filtran o el intestino delgado asimila; acción que detona la creación de experiencias. Pero, ¿conoces el poder de la palabra?

El pensamiento va apoyado por la palabra y así como hemos sido programados a pensar mal, hemos aprendido a hablar peor, se nos olvida el poder de la palabra y la usamos sin ninguna conciencia.

La mecánica va: pensamiento, palabra y obra, es decir, a través de la palabra apoyamos lo que pensamos, muchas veces sin saber que nuestro subconsciente no sabe de bromas y que cuando decimos algo lo toma como una verdad absoluta y hace todo lo posible para materializarlo.

Es por esto que debemos estar muy pendientes de lo que decimos. Nuestra palabra es ley, se nos dice: pide y se te dará, y esto es real.

Es increíble el efecto que producen las cosas que decimos y las consecuencias de ello.
Las palabras son un reflejo de nuestros pensamientos y sentimientos que luego se pueden transformar en acciones, de ahí la importancia de revisar nuestros pensamientos porque allí comienza todo. 


jueves, 7 de agosto de 2014

EL CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO

Estamos limitados por muchas creencias e ideas internas  que no soltamos y que sin duda nos acorralan internamente, debes cumplir con quién crees que eres, o lo que los demás creen de nosotros. 

Vivimos nuestra vida llenos de incertidumbre interna y muchas veces no somos conscientes  de sutiles procesos que dictan y dirigen  nuestras emociones.

Observamos muchos limites externos, pero no somos consciente que somos nosotros mismos frente al temor a lo nuevo, y nos estancamos y vemos dificultad de atreverse a cambiar frente a uno mismo y frente a lo que lo demás.

La familia y las personas cercanas, muchas veces no son quienes mas nos ayudan en este proceso de liberación, pues las creencias de los demás acerca  de alguien, limita el libre accionar, ya que se supone que no puede ser de una manera de que alguien de la familia cree que es. Así muchas veces estamos encerrados en universos internos de auto-represión y muy poco queda para lo espontaneo de la vida, es decir estar presente frente a los múltiples oportunidades y cambios que nos ofrece la vida. 

Estamos cambiando de paradigma, y es necesario abrir nuestra percepción a nuevos caminos que nos ofrece el destino, y que simplemente debemos abrirnos para llegar experimentarlos, y  para  que esta apertura exista, habrá que modificar la observación que tenemos de nosotros  y ampliar nuestra visión, y es en ese momento en donde lo que consideramos que no era posible se vuelve posible.